La información que yo publico más la que comparto más la que existe en internet sobre mí, conforman mi identidad digital, pero, como docentes, debemos plantearnos las siguientes cuestiones, ¿queremos tener una identidad digital única o múltiple? ¿podemos separar nuestra identidad digital como docente de la estrictamente personal?

Estas y otras cuestiones tienen cabida en la “Guía para usuarios: identidad digital y reputación online” publicada por el Instituto Nacional de Tecnología de la Comunicación, INTECO. Tal y como dice Manuel Navarro en su blog, “tenemos la responsabilidad de ejercer el máximo control sobre nuestra identidad digital pero siempre siendo conscientes de que no depende exclusivamente de nuestras acciones”. Desde el momento en que decidimos dar el paso hacia la docencia 2.0 somos presos de nuestras acciones pasadas, siendo en ocasiones muy difícil, por no decir prácticamente imposible, eliminarlas por completo, vulnerando en estos casos el derecho al olvido, el cual es continuamente vulnerado por los prestadores de servicios de internet.
Algunas de las recomendaciones para proteger nuestra identidad digital publicadas por el INTECO son:
- Consultar las políticas de uso del servicio o plataforma.
- Realizar un seguimiento periódico de nuestros datos en internet.
- Elegir quien puede ver nuestros datos y configurar las opciones de seguridad.
- No facilitar datos personales innecesarios o excesivos.
- Proteger nuestra privacidad y la de los demás.
- Reflexionar antes de publicar en internet y usar el sentido común.
- Reclamar ante el proveedor de servicios y denunciar ante las autoridades competentes.